A las bolsas mundiales les cuesta retomar las sendas alcistas de meses anteriores pero al mismo tiempo cuando se acercan a determinados niveles entran órdenes de compra con mucha fuerza (soportes) lo que son síntomas de gran fortaleza.
En España, el Ibex35, aguanta (con alguna excepción puntual) casi a la perfección los 9.850/9.800 puntos lo que marca el precio a vigilar ya que una pérdida durante varios días seguidos de éste puede hacerle retroceder hasta 9.300-9.100; mientras que en caso contrario no sería descabellado verlo cercano a 11.000 e incluso a largo plazo a 12.200 lo que significaría quedarnos a un 30% de máximos históricos, por lo que no estamos hablando de valoraciones exageradamente caras.
Hay un grupo de índices relevantes europeos que se encuentran en situación similar al Ibex español, consolidando niveles de referencia muy importantes y al mismo tiempo con un potencial de revalorización significativo estando muy alejados de sus máximos históricos: El CAC 40 francés tiene el soporte en 4.160 y el primer objetivo a largo plazo 4.700-5100; en el MIB 30 italiano serían 20.550 y 24.400; mientras que en el PSI 20 portugués el rango estaría entre 6.960 y 8.900.
Como no podía ser de otra manera, el EuroStoxx 50 que agrupa las empresas más importantes de la Zona Euro tiene condiciones parecidas al de estas bolsas; afianzándose por encima de 3.000-3.030 puntos situaría su objetivo en 3.500 puntos, lo que le daría un margen hasta sus máximos de un 30% adicional.
En cambio el DAX 30 alemán se encuentra en una coyuntura diferente (más parecida a las bolsas americanas): cercano a sus máximos niveles de su historia (9.780 marcados este mismo año) y apoyándose en los 9.000 puntos; mientras se mantenga en este rango puede valer la pena no estar invertido, pero se encenderían nuevas señales de compra si lograra mantenerse por encima de 9.800 puntos.